Durante el segundo semestre del año 2019, tomé una materia electiva de nombre Prácticas Apropiacionistas. Como suele ser con las electivas de artes, resultó ser tan nutritiva como cualquiera de las pertenecientes al pensum, y allí comencé un proyecto de arte-investigación en el que he continuado de diversas formas a través de los casi dos años que lleva: La Clínica Visual Unigarro. Este proyecto surge desde el vínculo que generé entre la clínica oftalmológica de mi padre y la preocupación por los efectos comunicativos que tienen los medios de comunicación e información en red, con lo que, a través del juego semántico, generé un híbrido en el que la "la salud visual" abre la puerta al cuestionamiento sobre el consumo estético que se lleva a cabo en la red, con todos sus matices de instantaneidad, anonimáto, informalidad, viralidad, entre otros. Así, mezclé la apropiación de los elementos gráficos y conceptuales de la clínica oftalmológica con un ejercicio similar a partir de
Bitácora de viaje de una nómada en sus expediciones entre medios